Era 6 de enero y ya olía el Roscón de Reyes desde la habitación.
Me dirigí a la cocina con mi habitual pijama de carne y hueso y allí estaba Alex de espaldas preparando el chocolate.
Llevaba ese vestido-camisón negro que tanto me gustaba y que le quedaba tan sexy.
Me acerqué hasta situarme detrás suyo y medio abrazándole la tripa, le deje un beso en el hombro, cuello y mejilla al mismo tiempo que le susurraba al oído -Buenos días preciosa-.
Sin apenas girarse me devolvió los buenos días y acto seguidos empezamos a besarnos de manera apasionada, tanto que para cuando quise darme cuenta, ella ya estaba acariciando mi incipiente erección y mi mano le correspondía acariciando sus pechos por debajo del camisón.
Cuando dejamos de besarnos ella apagó el fuego, retiró la chocolate y me dijo con esa sonrisa picarona que tanto me excitaba -creo que deberíamos esperar un poco, el chocolate está muy caliente- y guiñándome un ojo, se fue hacia la mesa de la cocina, apartó el Roscón de Reyes y se sentó de frente a mi dejándome ver que no llevaba nada debajo del camisón.
Les llamaba bragas de encaja y joder que si encajaban, iban a juego con mi pijama.
Nos volvimos a fundir en otro beso y seguimos con las mismas caricias de antes aunque esta vez de manera mucho más apasionada.
De cinco besos bajé hasta su vagina y en menos de dos minutos ella ya me estaba agarrando con fuerza por el pelo y me dijo con la espalda arqueada -necesito sentirte dentro de mi, ya estoy lo suficientemente mojada-.
Poco a poco le fui introduciendo mi polla al mismo tiempo que ella iba cerrando los ojos, abrazándome con fuerza y enredando sus piernas por detrás de mi espalda.
Una vez que estábamos perfectamente encajados, empecé con las embestidas como tanto le gustaba.
¡Joder que si le gustaba!
Del abrazo pasó a tumbarse en la mesa a lo que yo respondí situándome sus piernas sobre mis hombros.
Continué con las embestidas hasta que ya no pudo más y se corrió de placer. Sus piernas le temblaban, su espalda se arqueaba y sus manos entrelazaban con las mías con fuerza.
Cuando se recuperó del estasis de placer se incorporó, cogió un poco de nata del Roscón de Reyes con el dedo y metiéndoselo en la boca me dijo mientras se daba la vuelta -ya sabes lo quebrado tienes que hacer-.
Estaba todo dicho. Dándome la espalda se apoyó sobre la mesa y con otro beso abrazo volví a introducirme dentro de ella.
Me encantaba cogerla de esta manera y a juzgar por cómo ella se retorcía y me sujetaba la cabeza con su brazo, ella disfrutaba tanto o más que yo.
Empezó con la respiración entre cortada y se reclinó sobre la mesa, signo de que se avecinaba otro orgasmo de los buenos.
Yo no andaba nada desencaminado y para cuando nos volvimos a agarrar de las manos, Alex llegó al orgasmo, yo no me hice de rogar y acabamos prácticamente a la vez.
Permanecí dentro de ella hasta que nos recuperamos y luego con la misma timidez de la primera vez, nos fuimos separando hasta que volvimos a ser dos personas.
Justo a tiempo, el chocolate estaba listo y aquel año el Roscón de Reyes vendría con las sorpresas que llegan al noveno mes.
Un día da para muchas cosas, especialmente si no tienes que trabajar.
Los findes de semana tienen 2 días y sin embargo, a menudo se nos quedan escuetos.
Me faltan días para descansar, para recuperarme de la fiesta, para tirarme en la cama y estar todo el día sin hacer nada…
Estuve hace un par de findes de semana a Ámsterdam y me faltó un día para visitar los pueblos de alrededor, para hacer un tour por el barrio rojo, para alquilar una bicicleta…
Lo bueno es que así ahora me sobran escusas para volver.
Preguntaba ayer a Patrón que para qué le faltaba un día y su respuesta no pudo ser más sincera:
– ¡Me falta un día para volver a casa!
Me alegro por él, aunque a algunos todavía nos falte una semana…
También hice la misma pregunta a la escritora anónima. Esta me dio dos respuestas:
– Me falta un día para comer cocido y un día para vivir.
No entendí la segunda respuesta, pero tampoco quise entrar en detalles.
Para finalizar esta entrada, diré que me falta un día para verte y para comerte, besarte y acariciarte.
Un día para desnudarte con y sin la mirada y poder sentirte sin imaginarte.
Los días dan para muchas cosas, y a ti, ¿para qué te falta un día?
Sueña con su calavera
y viene un perro y se la lleva,
y aleja las pesadillas
dejando en un agujero
unas flores amarillas
pa' acordarse de su pelo...
Sueña con su melena
y viene el viento y se la lleva,
y desde entonces su cabeza
sólo quiere alzar el vuelo,
y bebe rubia la cerveza
pa' acordarse de su pelo.
Dentro de los llamados millenial, se encuentran distintos perfiles: estudiantes, trabajadores por cuenta ajena, emprendedores…
En la entrada de hoy, me gustaría hablaros de Raúl Domingo. Un antiguo compañero de piragüismo que además tiene los 3 perfiles mencionados.
Por un lado, Raúl es estudiante de Ingeniería Agraria de Palencia (Universidad de Valladolid).
Por otro lado, trabaja como asesor financiero dentro de OVB.
Finalmente, trabaja desde hace varios años dentro del mundo del espectáculo (discomóviles) y el mundo Dj.
A lo largo de la entrevista Raúl nos habla tanto del mundo de los espectáculos como de su trabajo dentro de la asesoría financiera, responde a preguntas del tipo, ¿dónde te ves dentro de 5 años? y ¿qué valores se consiguen con el deporte?
Al final de la entrevista también hay turno de preguntas y Raúl aprovecha para hacerme alguna pregunta que otra.
¡No esperes más y dale al Play para ver la entrevista! =D
Decía la canción: «la vida pirata es la vida mejor, sin trabajar, sin estudiar, cooooon la botella de ron…».
Definitivamente, eran otros tiempos.
Aunque siga habiendo gente que ni trabaje, ni estudie, ya no se pegan todo el día bebiendo ron.
Es muy caro si lo comparas con la cerveza. Además, deja unas resacas que te cagas.
Entrando ya en lo personal, tampoco creo que sea la mejor vida. Sin trabajar, sin estudiar…
Está claro que cada uno disfruta la vida como quiere. Yo, ¡le sonrío a la vida!
Con P de Pirata
Hoy en día, existen muchas clases y definiciones de de piratas.
Además, las definiciones que encontramos en la RAE están algo desactualizadas:
Persona que, junto a otras de igual condición, se dedica al abordaje de barcos en el mar para robar.
Persona cruel y despiadada.
Para mí, ser pirata es un estilo de vida y no por ello tiene que ser ni bueno, ni malo.
Hay piratas que visten corbata y que roban a la gente que acude a los bancos.
Puedes encontrar piratas dentro del mundo de la política, que lo único que les interesa es generar riqueza a cuenta del resto de españoles, ya sea robando directamente o haciendo contratos con compañías que les enriquecen.
Esta clase de gente aplica sus conocimientos y experiencias con el fin de hacer el bien.
Punto en común
Ya lo decía el capitán Jack Sparrow, no todos los tesoros son de oro y plata.
Aunque a menudo, el dinero y la riqueza económica es lo que más importa, algunas personas van detrás de metas y objetivos que van más allá de hacerse rico económicamente hablando.
Eso sí, todo buen pirata tiene un tesoro que anhela o que ama.
Dichosos los que sólo persiguen riqueza económica, pues no tendrán otra cosa que ella.
En mi caso, debo ser multimillonario porque el que tiene un amigo, tiene una fortuna.
Así pues, ¡celebremos que la vida está llena de piratas y no dejemos que ningún pirata nos robe nuestra vida!