No, lo siento.
Parece sencillo de decir y de entender, ¿no?
Pues la verdad es que no es tan fácil.
¿Cuántas veces hemos mentido por evitar decir la palabra?
¿Cuántas veces hemos hecho algo que no nos apetecía?
¿Por qué nos cuesta aceptar un no por respuesta?
O lo que es peor, ¿por qué directamente no lo aceptamos?
Os lo podría decir pero prefiero no hacerlo, lo siento.
«Hay que decir no a mil cosas para estar seguro de que no te estás equivocando o que intentas abarcar demasiado»