Mamut canario
Había una vez, un mamut canario que cantaba una canción.
Esta canción trataba sobre el mojo, la autentica salsa canaria llamada mojo picón.
Este mamut canario era una especie en extinción, que no en peligro de extinción.
Todo apunta a que no tiene problemas de reproducción.
Como todo mamut canario, proviene de las Islas Canarias, más concretamente, de Gran Canaria.
Aunque ya hace tiempo que dejó las islas, siempre que puede, a su hogar vuelve.
Si se preguntan de dónde vienen los mamuts canarios, os diré que a este no lo trajo una cigüeña.
Pues de chiguito ya era gordinflón y cabezón, y de mayor, todavía perdura lo de cabezón.
La verdad es que no resulta fácil hablar de este tipo de especie, puesto que no encontrarán ningún tipo de documentación más que está entrada.
Por ese motivo, presenten mucha atención y no pierdan detalle de lo que viene a continuación.
La historia del mamut canario
Había una vez, un mamut canario.
Como ser único de su especie, no estaba acostumbrado a mirar por el grupo, pues no había más grupo que él por quien preocuparse.
Sin embargo, a médica que pasaba el tiempo, se iba dando cuenta de que un grupo no se forma únicamente por los mismos animales de una misma especie.
Así pues, aunque al principio miraba sólo por y para sí, con el paso del tiempo se dio cuenta de que podía mirar, pensar e incluso llegar a amar a otros seres que no fueran de su misma especie.
Sin duda alguna, aquel mamut era similar a todos los mamuts que habían existido antes, pero yo le identifiqué como mamut canario y desde entonces fue único en la mundo.
Lo que le hizo especial no fue el tiempo que compartí con él.
Que también, sino el vínculo que nos unía desde el momento en que vino al mundo.
Después, con el paso de los años y de las experiencias vividas y compartidas, quedó claro que ese vínculo jamás se rompería.
Para mí, ese mamut valía más que todo el dinero del mundo. Para él, la cuestión del dinero era selectiva, ahora le importa, después no, luego sí y más tarde tal vez.
A pesar de ello, en los momentos realmente importantes de la vida, comprendía que no había suficiente dinero en el mundo que pudiera reemplazar alguno de los seres de aquel grupo.
Diálogo del viaje por la vida
– ¿Sabes cuánto vales? -dijo el perro verde.
– 1500€, eso es en lo que te han valorado y eres todo lo que les importas -continuo diciendo el perro.
– Tienes razón -respondió el mamut.
Fue entonces cuando comprendió que el dinero no da la Felicidad ni tampoco compra una vida.
Podría seguir hablando de lo mucho que quiero y aprecio a ese mamut canario, pero empezaría a decir boludeces u obviedades sin sentido.
Como lo breve si bueno, es breve y bueno, nada más que decir que por el mamut canario yo vivo y muero.
Fin.
Pd: el ? ? no ronca, sólo respira fuerte. ?