¿Por qué los hombres no lloran?

Lágrimas de hombres

¿Te has parado alguna vez a pensar cuándo fue la última vez que viste a un hombre llorar?

Piensa en ti mismo, en tus amigos, en tus hermanos, en tus conocidos…

Para mi, la respuesta es bien sencilla: machismo.

Vivimos en una sociedad machista, en donde llorar es ‘cosa de mujeres’.

Si eres hombre, ‘no se te permite llorar’, y si lloras, es porque ‘eres débil’.

Los hombres no lloran porque ‘se pondría en duda su masculinidad’.

Si eres hombre y lloras, tienes el riesgo de que la gente te ‘tache de nenaza’.

No, está claro, a los hombres no se nos permite llorar.

Haciendo memoria, no recuerdo a 3 hombres a los que haya visto llorar…

Lo peor de todo, es que cuando he visto llorar a hombres es porque estaban completamente rotos.

Los hombres no lloran, no.

No pueden expresar sentimientos de alegría, tristeza o admiración por medio de lágrimas.

Es triste, es muy triste, pero es una realidad.

La sociedad tiende cada vez a ser más feminista, pero todavía queda muchísimo por hacer.

 

Sobre mi

hombres
¡Sonríele a la vida, yo invito!

Como diría Loquillo, «también me emborracho y lloro cuando tengo depresión«. ¡Sí! ¿¡Qué pasa!?

No me da miedo reconocer que soy pasional y que a menudo lloro cuando siento una emoción.

He llorado de rabia, de impotencia, de dolor…,

pero también he llorado de admiración, de orgullo y de amor.

Lloré de alegría cuando alcancé una meta laboral,

lloro de amor cuando pienso en mis abuelos,

lloraré de tristeza cuando se siga dando más importancia al dinero que a las personas.

Y aunque estés triste, ¡Sonríele a la vida, yo invito!

 

En busca de la Felicidad

 

 

Machismo en tiempos de Millenials

Machismo en el siglo XXI

El machismo, por definición, es una actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres.

O también, una forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón.

Todo esto se entiende mejor con un ejemplo:

«En la designación de directivos de la empresa hay un claro machismo.»

 

Hombre machista

Hasta hace 4 días, en la misma RAE, la definición de hombre y mujer decían algo así como:

  • Hombre: ser animado racional del sexo fuerte.
  • Mujer: ser animado racional del sexo débil.

Ahí es nada, la mismísima Real Academia de la lengua Española estigmatizaba a la mujer como ser del sexo débil.

Por ende, no es de extrañar que el hombre haya sido, es y será tachado de machista. Continuar leyendo «Machismo en tiempos de Millenials»

La chica de ojos claros

La chica de ojos claros

Enamórate de la chica de ojos claros, aquella en la que no veas maldad en su mirada.

Déjate enamorar por aquella chica que cuando te mire, te veas reflejado desnudo y vulnerable,

pero a su vez, te sientas protegido y seguro de ti mismo, con ella.

Aquella chica que no da, ni tiene por qué dar explicaciones.

Una chica que lucha por lo que quiere de manera libre y plena.

No pares de buscar hasta que encuentres aquella chica, que al mirarla, te veas reflejado.

 

Los ojos son el espejo del alma.

 

La chica de ojos claros
Ella se siente bién, yo me siento en el suelo tranquilito a mirarla.

	

El mamut canario

Mamut canario

Había una vez, un mamut canario que cantaba una canción.

Esta canción trataba sobre el mojo, la autentica salsa canaria llamada mojo picón.

Este mamut canario era una especie en extinción, que no en peligro de extinción.

Todo apunta a que no tiene problemas de reproducción.

 

Como todo mamut canario, proviene de las Islas Canarias, más concretamente, de Gran Canaria.

Aunque ya hace tiempo que dejó las islas, siempre que puede, a su hogar vuelve.

Si se preguntan de dónde vienen los mamuts canarios, os diré que a este no lo trajo una cigüeña.

Pues de chiguito ya era gordinflón y cabezón, y de mayor, todavía perdura lo de cabezón.

 

La verdad es que no resulta fácil hablar de este tipo de especie, puesto que no encontrarán ningún tipo de documentación más que está entrada.

Por ese motivo, presenten mucha atención y no pierdan detalle de lo que viene a continuación.

 

La historia del mamut canario

Había una vez, un mamut canario.

Como ser único de su especie, no estaba acostumbrado a mirar por el grupo, pues no había más grupo que él por quien preocuparse.

Sin embargo, a médica que pasaba el tiempo, se iba dando cuenta de que un grupo no se forma únicamente por los mismos animales de una misma especie.

 

Así pues, aunque al principio miraba sólo por y para sí, con el paso del tiempo se dio cuenta de que podía mirar, pensar e incluso llegar a amar a otros seres que no fueran de su misma especie.

Sin duda alguna, aquel mamut era similar a todos los mamuts que habían existido antes, pero yo le identifiqué como mamut canario y desde entonces fue único en la mundo.

 

Lo que le hizo especial no fue el tiempo que compartí con él.

Que también, sino el vínculo que nos unía desde el momento en que vino al mundo.

Después, con el paso de los años y de las experiencias vividas y compartidas, quedó claro que ese vínculo jamás se rompería.

Para mí, ese mamut valía más que todo el dinero del mundo. Para él, la cuestión del dinero era selectiva, ahora le importa, después no, luego sí y más tarde tal vez.

A pesar de ello, en los momentos realmente importantes de la vida, comprendía que no había suficiente dinero en el mundo que pudiera reemplazar alguno de los seres de aquel grupo.

 

Diálogo del viaje por la vida

– ¿Sabes cuánto vales? -dijo el perro verde.

– 1500€, eso es en lo que te han valorado y eres todo lo que les importas -continuo diciendo el perro.

– Tienes razón -respondió el mamut.

Fue entonces cuando comprendió que el dinero no da la Felicidad ni tampoco compra una vida.

 


 

Podría seguir hablando de lo mucho que quiero y aprecio a ese mamut canario, pero empezaría a decir boludeces u obviedades sin sentido.

Como lo breve si bueno, es breve y bueno, nada más que decir que por el mamut canario yo vivo y muero.

Fin.

 

Pd: el ? ? no ronca, sólo respira fuerte. ?

 

Mamut canario
Erase una vez, un mamut canario.